Cuando llego el momento de la terapia física apenas podía moverme.
Tenia que hacer un gran esfuerzo para mantenerme en pie.
Caminaba con la ayuda de un andador. Poco a poco fui aumentando
la distancia que caminaba. Ponía en práctica ejercicios de respiración
mientras caminaba.
Ya estando en una habitación normal era despertado varias
veces en las noches para tomarme una muestra de sangre.
Orinaba acostado en un envase de plástico.
Me dieron de alta el 27-01-2017. Uno de los médicos que me atendió dijo: "Tu no valias ni un dollar. Tu estás vivo para un propósito".
Al llegar a mi casa casi no podía sostenerme en pie. Continué con mi
tratamiento, hacia inhalaciones y caminaba cortas distancias.
Gracias Divinidad por darle la oportunidad a este hijo tuyo. De recuperarse y salir de ese cuadro de sufrimiento en ese proceso.
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